KryonBubbles es un detector de fugas de gases refrigerantes, gases licuados y comprimidos, incluidos los inflamables. Disponible en versión líquido/gatillo o en versión aerosol. Diseñado con el nivel correcto de viscosidad, se adhiere eficazmente a las superficies asegurando una alta sensibilidad a cualquier fuga. Forma burbujas claramente visibles y persistentes incluso a bajas temperaturas, lo que permite identificar la fuga con absoluta precisión.

Formulación y envase 100% Made in Italy.

Adecuado para abocardados, racores, válvulas, elementos soldados, intercambiadores. Aplicable sobre metales y plásticos, actúa incluso en presencia de humedad.
Apto para todo tipo de gas, no teme a las bajas temperaturas.
Gracias a su especial formulación forma burbujas persistentes y muy visibles.
Antes de su uso, consulte siempre la ficha de datos de seguridad del producto y utilice ropa protectora.

Características:
Listo para usar en bote de spray de aluminio con válvula especial Accusol.
Capacidad del recipiente: 400 ml.
Contenido neto de espuma: 300 ml.
100% ecológico (gas propulsor nitrógeno anhidro)
Se adhiere perfectamente a todas las superficies.
Compatible con todos los fluidos refrigerantes (HFO A1 y A2L, HFC, HCFC, dióxido de carbono R744, propano R290, amoniaco R717)
Se puede utilizar en cualquier posición (360°)
Se puede utilizar el 100% del contenido.
No inflamable
Formulación sinérgica a base de tensioactivos (aniónicos y no iónicos)
Aspecto: líquido/claro
Olor: sin olor
Punto de goteo expresado en °C, valor mínimo D-566
Punto de inflamación inferior a 0°C
Densidad relativa 1,00 gr/ml. do
Solubilidad en agua: soluble
Solubilidad en lípidos: insoluble
No contiene metales pesados
No agresivo para metales, cauchos sintéticos y caucho, materiales plásticos.
Anticongelante
Para uso profesional

Instrucciones de uso:
Agitar antes de usar
Aplique KryonBubbles a los componentes de los que sospeche que hay una fuga (accesorios, conexiones, soldaduras, etc.)
Gracias a su formulación especial se adhiere a las superficies asegurando la identificación inmediata de la fuga mediante la formación de una burbuja gruesa y grande.
Dado que el producto no es tóxico, no inflamable y no corrosivo, puede eliminarse, si es necesario, con un simple trapo o lavando con una esponja.
Al finalizar el tratamiento, limpiar con papel o un paño suave.